Terapia para adolescentes

La adolescencia es una etapa tan importante como complicada. Los cambios físicos, la carga hormonal, la aparición de nuevos intereses, lo significativas que se vuelven las relaciones sociales con los iguales, la necesidad de generar una identidad propia distanciándose para ello de la protección familiar.

Recibir acompañamiento psicológico en este período es beneficioso porque se le ofrece al adolescente un lugar seguro donde poder hablar sobre sus preocupaciones o intereses sin sentirse juzgados o tratados “como niños” o “como adultos”, cuando aun no son ni una cosa ni la otra. 

Es una etapa maravillosa en la que definirán quiénes serán de mayores. Acudir a terapia les ayudará a potenciar su autoconocimiento, a desarrollar una autoestima sana, a entender y gestionar sus emociones, a instaurar patrones cognitivos y comportamentales adaptativos, a entrenar habilidades y fortalezas y a alcanzar la calma y la satisfacción consigo mismos que tanto necesitan y merecen.

En una etapa de tantos cambios, en muchas ocasiones es necesaria una ayuda profesional que permita enriquecer a cada miembro de la familia para fortalecer la relación que existe entre ellos, potenciando la comprensión, el amor y el crecimiento conjunto.

Puedo ayudarte si...

Si te sientes desbordado emocionalmente o si tus emociones están siendo muy intensas y muy frecuentes: muchos días de tristeza, mucha angustia, estrés o agobio continuo, …

Si no sabes gestionar de forma adecuada tus emociones o sientes que estás en una montaña rusa emocional constantemente
te muestras arisco, a la defensiva, o si notas que cualquier cosa te saca de quicio o te molesta y no sabes por qué te ocurre ni cómo gestionarlo, pero no quieres estar siempre enfadado.

Si con frecuencia te sientes triste, aislado, incomprendido, desilusionado, etc.

Si la ansiedad te está limitando en tu día a día y necesitas aprender a gestionarla.

Si necesitas poner orden a todos los pensamientos que te saturan porque están siendo rumiativos y negativos

Si sientes inseguridad a la hora de relacionarte con otros.

Si sueles tener pensamientos negativos sobre ti mismo o sobre tu capacidad en ciertas áreas o situaciones.

Si sientes desesperanza o desgana en el día a día y no encuentras motivación.

Si quieres estructurar tu vida para generar una rutina que sea coherente con tus necesidades e intereses.

Si te cuesta tomar decisiones.

Si te cuesta poner límites en tus relaciones.

Si no sabes cómo expresarte para comunicarte mejor con los demás.

Si crees que necesitas entrenar habilidades sociales.

Si te sientes inseguro o vergonzoso cuando tienes que afrontar determinadas situaciones sociales o si sueles evitarlas por miedo.

Si necesitas aprender pautas conductuales para mejorar tu comportamiento o gestionar mejor tu impulsividad.

Si quieres aprender a relacionarte de forma sana y asertiva con otras personas.

Si quieres aprender qué es una relación sana y qué signos te deberían poner en alerta si no lo fuera.

Si quieres aprender a gestionar tus celos, tus miedos, etc. porque sientes que están dificultando tu relación.

Si tienes dudas o dificultades en el ámbito sexual y quieres ayuda profesional.

Si has aumentado y perdido peso y/o apetito.

Si tu apariencia física te genera malestar e inseguridad.

Si estás teniendo una relación poco sana con la alimentación.

Si crees que te estás obsesionando con la alimentación y/o el ejercicio como medio para ser aceptado o no criticado por otros.

Si te comparas con el aspecto de otros y eso te hace sentir y pensar que eres inferior o menos válido que el resto.

Si sientes que tus padres no te entienden.

Si tus padres sienten que no son capaces de llegar a ti.

Si en casa hay discusiones por tareas, horarios, etc. y necesitan mediación de un profesional para llegar a acuerdos.

Si tus padres están en un proceso de divorcio y necesitas ayuda para sobrellevar la situación.

Si hay una situación en casa disruptiva o dolorosa y necesitas acompañamiento.

Si necesitas aprender técnicas de estudio para ser más eficiente.

Si necesitas aprender a gestionar y planificar mejor.

Si la ansiedad o la inseguridad te bloquea en el aprendizaje o te limita en momentos importantes como un examen o una exposición oral.

Si no sabes qué quieres estudiar y te gustaría tener una orientación profesional.

Si tus emociones y pensamientos están generando malestar físico: dolores musculares, malestar digestivo, presión en el pecho o en el estómago, dolor de cabeza, etc.

Si estás teniendo problemas relacionados con el sueño: insomnio, despertares nocturnos, pesadillas, somnolencia diurna, …

Si se te altera el apetito cuando pasas una época de nerviosismo o preocupaciones.

Si has perdido a un ser querido y necesitas acompañamiento psicológico para procesar tu duelo.